Avellaneda, Santa Fe

La ciudad de Avellaneda se encuentra a 5 kilómetros de Reconquista, en el noroeste de la Provincia de Santa Fe. Emplazada a orillas del arroyo El Rey, aparece inmersa en un paisaje natural que se destaca por su verde intenso y el brillante serpenteo de las aguas cristalinas.

Diagramada como la mayoría de las ciudades tradicionales, su trazado en forma de damero es perfecto y ostenta, en su centro, una gran Plaza Principal que sorprende con frondosos y coloridos árboles; monumentos; puentecitos, y encantadoras fuentes de agua. Desde aquí se puede emprender un paseo urbano para admirar sus casonas antiguas y la imponente Iglesia Nuestra Señora de la Merced.

Sus calles anchas son un atractivo en sí mismas: adornadas con lapachos, palmeras y chivatos invitan a transitarlas para descubrir su cotidianeidad y disfrutar de su centro comercial, la gastronomía y todas sus propuestas.

Además de sus encantos urbanos, este rincón santafesino invita a deleitarse con espacios al aire libre que estallan de belleza: el Camping Municipal “Los Tatané”, y su balneario, es un lugar ideal para veranear; quienes prefieran la pesca deportiva podrán llegar hasta la zona de islas sobre el arroyo “Los Amores” o el majestuoso río Paraná; el Sitio Ramsar Jaaukanigás resultará imperdible para los amantes de la naturaleza en estado puro.

A todas estas alternativas se sumas las fiestas regionales, una oportunidad única para conocer las tradiciones y costumbres locales.

Pesca en Avellaneda

Rodeada de arroyos y ríos, la ciudad de Avellaneda es sin duda un paraíso terrenal para los visitantes ansiosos de probar suerte con el pique. A los cercanos arroyos que la rodean, El Rey y Los Amores, se suma la cercana e imponente presencia del río Paraná.

Estos escenarios naturales permiten que el pescador elija la modalidad, obteniendo excelentes resultados desde la costa o en embarcaciones que transitan las aguas en busca de las piezas más codiciadas. Un guía de pesca será una excelente alternativa para quienes visiten por primera vez estos pesqueros.

Durante todo el año, las especies que habitan estos ríos prometen colmar los anhelos de todos sus visitantes: dorado, patí, armado, bagre amarillo, boga y surubí son sólo algunas de las variedades que se pueden obtener.

En la región se realizan torneos y concursos de pesca convocando a ávidos pescadores de todas las latitudes que llegan para desafiar al clima, las aguas, y poner a prueba sus habilidades.