Bahía Bustamante, Chubut

Bordeada por las azules aguas del océano Atlántico, Bahía Bustamante es un paraíso patagónico colmado de bellezas naturales que hechizan a quienes las admiran. Con escasa cantidad de habitantes, es un templo a la tranquilidad que permite encontrar el reláx sin ningún esfuerzo.

Comunidad dedicada a la artesanal tarea de recolectar algas marinas, ostenta la denominación de ser el único pueblo alguero del mundo. Su ubicación privilegiada, al norte del Golfo de San jorge, la hace dueña de paisajes versátiles habitados por una rica fauna: lobos marinos y pingüinos son el motivo perfecto para un avistaje.

Rodeada de extensos campos dedicados a la cría de ganado ovino, los aires campestres son otra tentación para disfrutar de este destino de la Provincia de Chubut. Compartir las actividades cotidianas junto a las tradiciones y costumbres, promete hacer del Turismo Rural una experiencia inolvidable.

Para los aventureros también hay opciones: el relieve desnivelado de las mesetas resulta ideal para el trekking y el mountain bike, mientras que el bosque petrificado es un sitio propicio para recorrer en una cabalgata.


Turismo Rural en Bahía Bustamante

Bahía Bustamante ofrece impecables paisajes naturales que dan como resultado un arco iris de impactante belleza: el océano Atlántico la enmarca con azules y trasparentes aguas, que acarician las costas rocosas de tonos rojizos; las playas regalan finas y blancas arenas; a lo lejos…la estepa patagónica expone su tímido verde sobre los cerros.

Destacada por su nutrida fauna marina, es un destino ideal para encontrarse con lobos marinos, pingüinos, delfines y un gran número de aves. Además, por ser el único pueblo alguero del mundo, invita a conocer el proceso de extracción de algas marinas.

Pero esto no es todo: las estancias se suman a la propuesta chubutense abriendo sus tranqueras para compartir tradiciones y costumbres. Los establecimientos se dedican a la producción ovina para carne y lana, abarcando zonas costeras o de meseta.

Con cerros sobre el horizonte o casi al borde del mar, un día de campo es la mejor propuesta para apreciar los secretos de la cría; la artesanal tarea de la esquila; y las instalaciones necesarias para el manejo del rodeo. Las cabalgatas y caminatas se volverán una actividad obligada para empaparse con el puro aire campestre, que abunda en esta zona; por su parte el almuerzo criollo deleitará a todos los paladares.