Coronel Dorrego, Buenos Aires
La ciudad de Coronel Dorrego representa el punto geográfico intermedio del corredor turístico más importante del sudeste bonaerense. Equidistante de la imponente belleza de las Sierras de la Ventana y de las cálidas playas de los balnearios Marisol y Monte Hermoso, integra su propuesta turística con variedad de ambientes y alternativas. Asimismo, la proximidad con la pujante ciudad de Bahía Blanca -virtual punto de acceso a la Patagonia Argentina-, la sitúa como una interesante opción de escala experimentada por muchos turistas.
Mar, ríos, barrancas, playas, médanos, tierras privilegiadas para la cría de ganado, verdes cultivos de olivares, se funden unos en otros para dar forma al encantador cuadro paisajístico que es el partido de
Coronel Dorrego, y con ello a la multifacética propuesta turística que va desde la distensión agradable en contacto con la
naturaleza, la vivencia
rural, hasta la
aventura de desafiar la rugosidad de los terrenos dorreguenses.
Así, en su trayecto limitante, el
Río Quequén Salado bordea con su belleza el este del partido de
Coronel Dorrego, distinguiéndolo naturalmente del partido de Tres Arroyos, y dotándolo de atractivos convocantes entre cascadas, pesqueros, barrancas y yacimientos fósiles. Desde la ciudad cabecera, pasando por
Oriente y llegando con
Marisol a la desembocadura del río en el Océano Atlántico, la propuesta se dispara en infinidad de aristas que quedan a elección del visitante.
Al sur del sur de
Buenos Aires, Coronel Dorrego conserva la tradición y las costumbres y las comparte con el visitante en reconocidos eventos populares como la
Fiesta Provincial de las Llanuras, la
Fiesta del Olivo y la
Fiesta de las Colectividades, tres fechas anuales establecidas que lo definen como un territorio que valora su idiosincrasia en una memoria siempre presente de su pasado forjado por indios y gauchos.
Circuito Turístico de Coronel Dorrego
El Río Quequén Salado divide con su trazo natural los territorios de Coronel Dorrego y Tres Arroyos, dos partidos que configuran la panza del interior bonaerense. Lo caracterizan su caudal permanente y su riqueza en yacimientos fósiles, red insalvable para los amantes de la paleontología y la arqueología.
En algunos tramos corre encajonado entre barrancas, en otros cae estrepitosamente en forma de cascadas, y en los más apacibles sus aguas mansas lamen la arena de la orilla.
En el partido de
Coronel Dorrego, dibuja un circuito desbordado de atractivos que vale la pena recorrer:
Molino de Las Rosas
Ex molino harinero al que se accede atravesando el río por un puente colgante
Cascada Cifuentes
Es la cascada más alta de la provincia de Buenos Aires. La opción aventurera seduce a introducirse en su cavidad, pasando por detrás de la cortina de agua sin mojarse y experimentando inigualables sensaciones.
ORIENTE – a 80Km.
Esta localidad está situada sobre el margen derecho del Río Quequén Salado y sigue en importancia a la cabecera del partido Coronel Dorrego. Entre los atractivos más próximos a su emplazamiento, y más allá del fascinante entorno natural, se ubican el
Puente Nuevo, construido en 1962 y único por su arquitectura; y el
Puente Viejo, en ruinas, con una represa en desuso, mucha historia, y posicionado como un lugar propicio para disfrutar de la naturaleza.
Cascada Mulpunleufú
Encantador escenario natural, en cuyas inmediaciones una de las alternativas deportivas característica y desafiante es el rappel. Su altura es de 3mts. y su ancho aproximadamente es de 160mts., debido a que se sitúa paralela al río y crecida tras crecidas se va ensanchando.
Cueva del Tigre
Con una hermosa cascada, cuevas en las barrancas y mucha leyenda.
Yacimientos arqueológicos
El Río Quequén Salado esconde un tesoro para los científicos. Se han registrado 14 sitios arqueológicos con distintas frecuencias y concentraciones de materiales.
MARISOL – a 100Km.
Tras una agreste y sinuosa entrada, se llega a esta villa balnearia situada sobre el margen derecho del Río Quequén Salado y a escasos metros de la
desembocadura de sus aguas en el Océano Atlántico.
Balneario Marisol tiene una extensión de 35 kilómetros de
playas de aguas cálidas, bordeadas por médanos de arenas frías, algunos blancos y otros forestados. Se agregan a la escena añosas plantaciones de eucaliptos, álamos, pinos y otras variedades.
Un destino especialmente recomendado para quienes gustan de las jornadas de
pesca en familia, ya que ofrece un marco de naturaleza y calma, los servicios y comodidades necesarios, y codiciadas especies itícolas, como ser pejerreyes, corvinas, pescadillas, cazones, lenguados, y hasta tiburones.
