Majestuosa y desafiante, la ciudad de El Chaltén se halla enclavada en el Parque Nacional los Glaciares arrogándose el honor de ser la más joven entre las dependencias de la provincia de Santa Cruz. Reconocida como Capital Nacional del Trekking, y fundada al pié del mítico cerro Fitz Roy, constituye un espacio ideal para la práctica de actividades al aire libre, el deporte y la aventura, atrayendo multitudes de turistas hacia sus paisajes incomparables.
Pintoresca y cautivante, esta villa se recuesta sobre la margen noroeste del Lago Viedma, rodeada por el Río de las Vueltas y el Río Fitz Roy, y constituyéndose como zona de transición entre la estepa patagónica y el bosque subantártico, lo que justifica su singular entorno natural. Y es en este marco paisajístico que se desarrolla su cartelera turística conformada por excursiones, avistajes, caminatas y, por sobre todo, aventura y tranquilidad.
En el sur de la Argentina, dónde la Patagonia invita a disfrutar de paisajes que sorprenden con la magnificencia de la naturaleza que los conforma, El Chaltén aparece custodiada por el mítico Cerro Fitz Roy haciendo honor a su mote de Capital Nacional del Trekking. Vistas panorámicas únicas, aire puro por doquier, adrenalina y aventura, todo confluye para regalar una experiencia fascinante.
Rodeada de escenarios ideales para la práctica de múltiples modalidades de trekking, propone emprender itinerarios que descubren laderas salpicadas por manchones verdes; imponentes picos nevados; lagos de aguas azules; y atrapantes glaciares, que enamoran con su impoluta blancura. Partiendo desde la ciudad, los caminos se bifurcan hacia diferentes puntos cardinales ostentando cada uno peculiaridades que ameritan su elección.
Encandilante, imponente y paralizante, el Parque Nacional Los Glaciares, creado en 1937 con el objeto de proteger las maravillas heladas de la naturaleza, extiende su superficie de más de 600 mil hectáreas al sudoeste de la provincia de Santa Cruz. Desplazándose en un escenario constituido por bosques, montañas y lagos, este parque es sin embargo reconocido a nivel mundial por el inmenso campo de hielo patagónico que se arroga el protagonismo en todo el territorio.
Ocupando casi la mitad del área protegida, el Hielo Continental Patagónico alimenta 47 grandes glaciares, de los cuales 13 descienden hacia la cuenca Atlántica, existiendo además, independientemente de este manto congelado, unos 200 glaciares menores.
El Calafate, ciudad madre del legendario glaciar argentino, recibe anualmente a miles de visitantes decididos a acceder, atravesando la península de Magallanes, a este milagro de hielo. Atrancado en el Parque Nacional Los Glaciares, el Perito Moreno es sin duda alguna el más accesible de los neveros de la región, pero no es el único. Otros ventisqueros de gran atractivo dominan el área protegida, destacándose entre ellos el Upsala, el Spegazzini, el Onelli, el Agassiz y el Bolado.
A la deslumbrante belleza de sus glaciares, se suma la protección de una variada muestra de fauna autóctona, salvaje y libre. Así, el Parque Nacional es reducto del huemul y el ciervo andino, especies en grave peligro de extinción. Por su parte, el agreste encanto de la estepa y la policromía de los bosques ofrecen un paisaje cambiante y único que cautiva los sentidos. No obstante estas magnificencias, la mayor importancia del parque consiste en el agua, ya que estas masas de hielo representan uno de los mayores reservorios de agua potable del mundo.
El Cerro Fitz Roy y el Cerro Torre, con su altura desafiante para los apasionados por la escalada y sus espacios ideales para los avistajes; y lagos como el Vieda y el Argentino, constituyen otros de los atractivos imperdibles del Parque Nacional Los Glaciares. Trekking sobre las blancas y azuladas superficies; excursiones lacustres de acercamiento a las moles de hielo; travesías; contemplación desde las pasarelas que circundan el Perito Moreno; y mucha adrenalina, este parque es el destino ideal para los turistas inquietos y aventureros.