Los Molles, San Luis

Corazón de Comechingones, Los Molles es una pequeña y encantadora localidad de San Luis que atrae al turismo con sus variados atractivos naturales y sus servicios al visitante. Balnearios, sierras, saltos de agua, condoreras, y la contradictoria sensación de tranquilidad y adrenalina, hacen de este rinconcito puntano un destino turístico imperdible.

Los Molles, San Luis

Los Molles y el arroyo homónimo que la atraviesa toman su nombre de una de las especies arbóreas más características de la región, y juntos cautivan visitantes ostentando bellezas perfeccionadas con comodidades. Entre ellas, el balneario El Talar, alimentado por el arroyo y acondicionado con todo lo necesario para la satisfacción plena del acampante.

Un poco más allá, y tras una fascinante travesía, se ofrecen en toda su plenitud los Siete Saltos, caídas de agua en forma escalonada y de gran altura que deslumbran la vista y los oídos. A esta última maravilla natural, así como a la magnífica Aguada del Bosque, sólo es posible acceder acompañados por guías baqueanos.


Turismo en Los Molles

Tres excursiones dominan el escenario turístico de Los Molles incrementando su atractivo a la vez que permitiendo el descubrimiento íntegro de sus bellezas naturales.

Excursión a los Siete Saltos: una excelente alternativa que combina el ascenso a la cumbre de las Sierras Comechingones remontando la Cuesta de la Hoyada con el avistamiento de cóndores que nidifican en la región.

Los Molles, San Luis

Prevé también la opción de actividades de rappel para principiantes y el ascenso de la única vía ferrata de la provincia. Sin duda la excursión más completa del mercado.

Trekking por el bosque: una trepada que remonta el cauce del arroyo Los Molles atravesando el bosque serrano más extenso de la zona. En el camino, el excursionista se deleita con una secuencia interminable de profundas ollas de agua cristalina y cascadas. El destino final es la cascada Anahí con sus 13 metros de altura. Un lugar inolvidable y semivirgen.

Travesía al Cerro Áspero: travesía de largo aliento hacia un antiguo asentamiento minero abandonado a principios de los años '70, actualmente convertido en un excelente refugio de montaña. Prevé la visita a túneles de más de 200 metros de profundidad, de los cuales se extraía un mineral denominado Wolframio.

Como broche de oro se accede al Salto del Tigre, sin duda la caída de agua más hermosa de la zona, con su olla de 50 metros de diámetro.