Tudcum, San Juan

Ubicada a 196 kilómetros al noroeste de San Juan Capital, la localidad de Tudcum se asienta sobre un valle fértil que contrasta con la aridez que se empeña en tapizar los alrededores. Pequeño y con una tranquilidad que sorprende, es un destino que invita a ser descubierto junto a sus interesantes tradiciones y costumbres.

Tudcum, San Juan

Al ingresar por las callecitas, las alamedas sorprenden con su altura al igual que el aspecto de las construcciones: un puñado de casas construidas en adobe, y bordeadas por oscuros muros de tapia, conforman este emocionante paraje cuyano. Su centenaria Iglesia es una muestra de la resistencia que ofrecen estos materiales al paso del tiempo y un paseo imperdible.

Verdes de diferentes tonos se pueden apreciar en los campos cercanos: nogales, higueras, durazneros y manzanos son cultivados en estas tierras para luego elaborar los mejores dulces artesanales de la región. Solitario a primera vista, allí se respira la sencillez y la cordialidad que invade este rinconcito de la Provincia de San Juan.


Turismo en Tudcum

Sobre un oasis verde, Tudcum es una pequeña comunidad sanjuanina rodeada por calles de tierra que combinan a la perfección con sus casas de adobe. Pintoresca, cuyana y llamativa, ofrece sus productos regionales como un recuerdo inolvidable para quienes la visiten.

Plantaciones de manzanos, durazneros e higueras la colman de colores y aromas frutales. Una vez cosechados, brindan la materia prima necesaria para elaborar los reconocidos dulces artesanales que serán una delicia imperdible. Otro de sus tesoros son las prendas realizadas en telar: con la lana producida en la zona las tejedoras fabrican ponchos, mantas y alforjas respetando las técnicas de sus ancestros.

Cerros que bajan y suben al ritmo de un relieve que esconde tesoros milenarios, invitan a visitar el cercano Centro de Interpretación Quebrada de Conconta. Creado con el fin de preservar los restos arqueológicos hallados en la región, permite admirar los vestigios de algunas construcciones incaicas junto a su apasionante arte rupestre.

Relajarse recorriendo paisajes agrestes; admirar cómo se elabora el tradicional queso de cabra; o tentarse con un paseo en burro, son otras de las actividades que pueden elegir los visitantes.