Cerro de la Cruz es la denominación de uno de los lugares elegidos en el siglo XIX por un grupo de misioneros para realizar sus oraciones. Se trata de uno de los miradores más importantes de la ciudad en cuya cima se haya una cruz confeccionada en quebracho colorado de 4 metros de altura. Constituye uno de los puntos turísticos más atractivos e interesantes de visitar de la Villa.
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