Villa Regina, Río Negro

Perla del Alto Valle del río Negro, Villa Regina aparece en el centro norte del territorio provincial, rodeada por otras pequeñas poblaciones e indicando en su principal acceso su consolidación como una ciudad para tener en cuenta. Linda localidad engalanada por extensos campos de árboles frutales, y respaldada económicamente por la producción agroindustrial, es el sitio perfecto para descansar.

Villa Regina aparece dividida por la Ruta Nacional Nº 22 que la atraviesa en toda su extensión, en tanto el trazado irregular de sus calles amenaza con desorientar al visitante distraído. Su planta urbana se caracteriza por ser una amalgama de modernos edificios y construcciones antiguas, las cuales parecieran no olvidar la historia vivida.

Villa Regina, Río Negro

Un museo vinculado a la colonización de la zona; la capillita de la barda; el monumento al Indio Comahue; y el anfitetro municipal, sede anual de la tradicional Fiesta de la Vendimia, se anexan a la propuesta cultural convirtiéndose en pasos obligados por el pasado local.

Otros puntos de visita ineludibles son los establecimientos dedicados a la industria de frutas, jugos, champagne y vinos, base de la economía de la región. En tanto, para quienes deseen disfrutar de la belleza paisajística y el aire libre, Villa Regina extiende su parque balneario municipal Isla 58, asegurando jornadas de satisfacción.


Ruta del Vino, la Pera y la Manzana en Villa Regina

El Alto Valle del Río Negro se extiende en una región de la Patagonia en la que confluyen los ríos Neuquén, Limay y Negro. Debido a la presencia de estos cursos de agua, esta zona se destaca por la excelente calidad de su producción frutícola e invita a transitar su atrapante Ruta del Vino, la Pera, y la Manzana.

Las alternativas que el turista encontrará para sumergirse en estos mundos de perales, manzanos y viñedos van desde probar la fruta recién arrancada del árbol; emprender un recorrido por las chacras para conocer las tareas cotidianas; visitar los galpones de empaque; degustar dulces, vinos, sidras, licores, jugos, y muchas exquisiteces más.

Villa Regina, Río Negro

Quienes decidan lanzarse por este camino se irán encontrando con las ciudades de San Patricio del Chañar; Senillosa; Plottier; Neuquén; Centenario; Cinco Saltos; Cipolletti; Gral. Fernández Oro; Allen; General Roca; Cervantes, Ing. Huergo, Villa Regina y Chichinales. Todas se rodean de cultivos que regalan paisajes diferentes en cada época del año: verdes intensos; coloridas flores; o la brillantez de las frutas durante el tiempo de la cosecha, invitan a transitar las chacras para conocer los secretos que se esconden en estos paraísos de sabores y aromas únicos.

La vitivinicultura es tal vez una de las actividades menos conocidas para quienes arriben a estas latitudes sureñas, lo cierto es que desde comienzos del siglo XX ya se elaboraban vinos en estas tierras. Destacándose en el desarrollo de las variedades Pinot Noir, Merlot y Cabernet Sauvignon, también ofrece la posibilidad de disfrutar de vinos espumantes. Recorrer las fincas de la mano de sus dueños; deleitarse con cada producto; admirar el proceso de elaboración; y maravillarse con la visita a una de las bodegas más antiguas resultarán propuestas ineludibles.

Y por supuesto que en este itinerario no quedan afuera las reconocidas Manzanas. Un clima templado y relativamente seco asegura la obtención de frutas excelentes en todos los sentidos: deliciosas, de intenso rojo o reluciente verde, y con un tamaño ideal, satisfacen la mayor parte del mercado nacional y también son exportadas a otros países.

Las Peras tampoco se quedan atrás, encontrando muy buenas condiciones ambientales para su cultivo en esta porción de tierra patagónica. Sus características sobresalientes imponen que casi la totalidad de lo producido se consuma de manera fresca: sólo una pequeña porción se utiliza para la fabricación de pulpas, enlatados, y otros derivados. En este rico valle también se cosechan duraznos, pelones, y nueces.